Oración La Magnifica

 

Glorifica mi alma al Señor,
y mi espíritu se llena de gozo,
al contemplar la bondad de Dios,
mi Salvador.

Porque ha puesto la mirada en la humilde sierva suya,
y ved aquí el motivo por el que me tendrán por dichosa y feliz,
todas las generaciones.

Pues ha hecho en mi favor,
cosas grandes y maravillosas,
Él que es Todopoderoso.

Su nombre es infinitamente Santo,
y su misericordia se extiende de generación en generación,
sobre aquellos que le temen.

Extendió el brazo de su poder,
y disipó el orgullo de los soberbios,
trastornando sus designios.

Desposeyó a los poderosos;
y elevó a los humildes.
A los necesitados los llenó de bienes,
y a los ricos dejó sin cosa alguna.

Exaltó a Israel, su siervo,
acordándose de él por su gran misericordia y bondad.
Así como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham y toda su descendencia,
por los siglos de los siglos.

Amén.

Diana Cerón-Otoya